Durante el mes de Mayo se celebra la Fiesta del Señor de Muruhuay en Acobamba, hecho que congrega un promedio de seis mil fieles diariamente en el Santuario. Vienen de diversos lugares del Perú, unos a cumplir las promesas hechas, otros a agradecer las gracias recibidas y otros a pedirlas. Cada vez que llega un grupo viene acompañado de los bailantes y su orquesta respectiva, danzan en honor al Señor de Muruhuay. En las noches hay quema de castillos de fuegos artificiales. Al día siguiente amanece calmo y limpio, como si no hubiera existido el alboroto de la noche anterior.
El recuerdo que tengo es distinto en todo sentido. Solo éxistía una modesta y hermosa Capilla, tras la cual había una imagen de Santa Rosa sobre el grifo del cual manaba agua clara y cristalina proveniente del puquio cercano. Tres lagunas adornaban el paisaje hacia la quebrada. Al costado de la Capilla Mamma Chapa tenía su tienda en la que degustábamos la chicha de maní o de jora y los típicos alfajores de un sabor inigualable. Venían sí los bailantes y sus grupos musicales, pero no en el número que suele venir por esta temporada. Los domingos era usual ver a las familias tarmeñas visitar el Santuario.
En memoria de aquellos años voy a incluir estas semanas recetas típicas del lugar, dedicado especialmente a toda mi familia con mucho cariño.
Gracias por tus recetas mamá, me han servido de mucho. Un fuerte abrazo en dónde estés...
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